Allá por la década de los 60, Fernando José Corbató, científico de computación del MIT, tuvo la idea de emplear contraseñas para proteger el acceso a archivos en ordenadores compartidos. Por aquel momento, el uso de ordenadores estaba bastante poco extendido y las primeras redes eran más bien parcelas independientes que conectaban unos cuantos equipos dentro de alguna que otra universidad. Nada que ver con Internet, cuya existencia, dimensión y alcance eran, por aquel momento, inimaginables para la mayoría. En el diseño de aquellos sistemas la seguridad no fue una prioridad. La mayoría de los ataques informáticos comenzaron a surgir varias décadas más tarde cuando los primeros PCs empezaron a estar al alcance de todo el mundo e Internet empezó a tomar forma. No se rompieron mucho la cabeza para pensar en diseñar sistemas seguros contra amenazas que aún no habían sido inventadas. Esos cimientos que se contruyeron con la seguridad como última prioridad son los mismos sobre los que se asi...