Si es la primera vez que te decides a comprar un ordenador por piezas, es probable que nada más empezar a buscar tengas la sensación de que todo es un mar confuso de componentes, nombres, modelos y características. Puede incluso que no tengas muy clara la función de cada componente. Si es así, este resumen puede ser de ayuda para entender un poco mejor qué componentes se necesitan y cómo se clasifican para tener un punto de partida al buscar qué necesitamos para un ordenador que se ajuste a nuestro presupuesto y necesidades.
Procesador: Es la unidad central de proceso y se encarga de realizar todos los cálculos y procesos lógicos del sistema. Por ello, su velocidad determinará en gran medida lo rápido que es nuestro ordenador al ejecutar procesos y realizar cálculos. Al elegir un modelo, es bueno considerar el uso que se le va a dar a nuestro equipo y por tanto, lo exigentes que serán las tareas que vamos a realizar a nivel de procesamiento. Por ejemplo, si vamos a renderizar o editar vídeo o a jugar a videojuegos deberíamos escoger uno más potente que si lo que pretendemos es realizar trabajo de oficina como procesar textos u hojas de cálculo. Actualmente existen dos grandes fabricantes en el mercado: Intel y AMD. A grandes rasgos, en el mercado se clasifican según su velocidad (frecuencia de trabajo) medida en GHz y según su número de núcleos. Cuanto mayor sea la frecuencia y el número de núcleos, más potente y más caro. Evidentemente, existen otras variables más específicas en las que no nos vamos a detener para que el resumen sea lo más conciso posible.
Placa base: Es el nexo central del sistema, es decir, conecta todos los demás componentes del ordenador y distribuye la información. Es por ello que si vamos a escoger una para nuestro ordenador por piezas, debemos comprobar la compatibilidad con el resto de componentes. Por ejemplo, cada fabricante de microprocesadores utiliza sus propios sockets (puerto o ranura donde se conecta el procesador) y a su vez, dentro de una misma marca, el socket necesario puede variar en función del modelo o generación del procesador. Este suele ser el principal condicionante al elegir la placa base. Algunos ejemplo de sockets que hay actualmente en el mercado serían el FM2, AM3 o AM4 en el caso del fabricante AMD y 1150, 1151 y 2011-3 en el caso de Intel. Es primordial que comprobemos esto al elegir la placa base para que sea compatible con nuestro procesador.
Fuente de alimentación: Se encarga de suministrar la energía al sistema y en el mercado varian principalmente en función de la potencia que son capaces de proporcionar. Por tanto, al elegirla, el factor principal a tener en cuenta es el consumo que tendrá nuestro equipo. Este lo suele especificar el fabricante de cada componente. Aún así, para cualquier ordenador medio, deberían sobrar 500W. Si pensamos montar componentes más potentes, tendremos que comprobar los consumos de cada uno para no quedarnos cortos. Además debemos asegurarnos de tener conexiones suficientes para discos duros o tarjeta gráfica (en caso de que esta requiera una conexión independiente de alimentación).
Memoria RAM: Se trata de una memoria volátil (los datos no se
conservan una vez se apaga el equipo) en la que el sistema mantiene las tareas
que se están llevando a cabo en el momento. Existen diferentes formatos (DDR400, DDR2, DDR3 y DDR4) que se diferencian por el número de contactos físicos con la placa base. El más utilizado actualmente es el DDR3 aunque el DDR4 es el más moderno. Además hay que tener en cuenta la cantidad de memoria, la frecuencia a la que trabaja (cuanto más alta, más veloz) y su latencia (velocidad de acceso a los datos). Este último parámetro se indica con las siglas CL seguidas de un valor numérico (CL7, CL8, CL9, CL10...). Cuanto menor sea el valor de este número, más eficiente es la memoria. Al igual que con la mayoría de los componentes, la RAM debe ser escogida pensando en el uso que se le dará al equipo ya que determina su fluidez y la cantidad de procesos que es capaz de llevar a cabo simultáneamente.
Disco duro: Esta es la unidad de almacenamiento de información del sistema y guarda todos los archivos, incluido el sistema operativo. Al escoger uno se debe tener en cuenta el almacenamiento que necesitamos. Además varian en función de su velocidad. Los más comunes actualmente son los SATA III. Existen dos tipos: HDD y SSD. Si cabe en nuestro presupuesto, siempre será mejor montar un SSD al ser mucho más rápido, al menos, para instalar en él el sistema operativo. Es posible combinar SSD y HDD en un mismo equipo, por ejemplo, dedicando el SSD al sistema operativo y los programas, que requieren rapidez y el HDD a los datos.
Tarjeta gráfica: Se trata de una tarjeta de expansión dedicada al procesamiento de gráficos. Su función es convertir la información que proviene de la CPU en gráficos representables. Existen procesadores tanto de AMD como de Intel que ya la llevan integrada, y en ese caso, no sería necesario instalar una tarjeta aparte. Como con otros componentes, conviene evaluar el uso que se le va a dar al ordenador para elegirla. Por ejemplo un equipo dedicado a renderizado de gráficos o videojuegos requerirá más potencia que otro dedicado a ofimática. En este último caso, no será necesario invertir mucho dinero en una tarjeta gráfica. El mercado esta dividido principalmente entre NVIDIA y AMD. A su vez existen multiples fabricantes que montan procesadores gráficos de NVIDIA o AMD como Gygabyte, Asus o MSI. Como decía previamente, es importante verificar si requiere una entrada directa de la fuente de alimentación. Esto suele ocurrir con las tarjetas gráficas más potentes.
Grabadora de DVD y otros lectores de almacenamiento: Estos lectores posibilitan el uso de de tarjetas SD o CDs entre otros medios de almacenamiento externo. No son esenciales para el funcionamiento del equipo y por tanto sólo se instalan si se necesitan.
Caja o torre: Esta es la caja que contiene,
protege y aísla los componentes del ordenador así como sirve de protección y chasis
o unidad estructural. A ella se atornilla la placa base así como otros
componentes que van directamente fijados en ella como las grabadoras DVD o la
fuente de alimentación.
Disipación de calor: Disipan el calor generado por los
componentes. Por lo general, lo conforman un sistema de uno o más ventiladores
que extraen el calor hacia el exterior de la torre. Otra opción es la refrigeración líquida para equipos que necesiten una disipación más efectiva de lo habitual. Por lo general los procesadores y muchas torres traen de fábrica disipación por aire, y por tanto, a no ser que tengamos necesidades específicas, no es estrictamente necesario comprar un disipador aparte.
Tarjeta de red: Estas tarjetas de expansión se ocupan de gestionar la conexión del equipo a redes. Pocas veces se menciona este componente ya que la mayoría de las placas base a día de hoy la traen integrada (por lo general, mediante un puerto Ethernet). Aún así si queremos otras funciones añadidas, como la conexión inalámbrica por WiFi, a no ser que la placa base ya cuente con esta funcionalidad, será necesario instalar una.
Sistema operativo: No debemos olvidar que, para que nuestro ordenador funcione, es necesario un sistema operativo. Las distribuciones de Linux son gratuitas y si queremos utilizar Windows (el más común), de forma legal, tendremos que adquirirlo aparte para instalarlo. Dicho queda, que como en todo, existen formas de conseguir una copia pirata de Windows sin pagar pero como he especificado antes, no será la forma legal y legítima de hacerlo, así que, dicho eso, no entraré en el tema, que cada uno busque lo que más le convenga.
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